«Desde el principio me han gustado los deportes que te machacan mucho», ha contado Lorena Torres en el coloquio ‘De Ibiza a la NBA’, que ha tenido lugar esta tarde en el Club Diario de Ibiza. Lorena Torres ha asegurado que nunca soñó con estar en la NBA y que simplemente se ha centrado en hacer bien lo que tenía que hacer en cada época de su vida. Así, con constancia, dedicación y esfuerzo, las oportunidades que ni siquiera se planteaba llegaron a su vida, relata.
Lorena Torres empezó con cuatro años bailando en la escuela Capricorn de Ibiza. Tres años después, pasó a la gimnasia deportiva, que por recomendación médica dejó de lado por la natación sincronizada. Con la ‘sincro’ llegó a Barcelona, con el Club Kallípolis, que le sirvió de trampolín al Centro de Alto Rendimiento Joaquín Blume, donde llegó con una beca.
Con este currículum en sus edades más tempranas, tuvo claro siempre que quería dedicarse al mundo del deporte, así que se licenció en INEF Ciencias de la Actividad Física y del Deporte en Barcelona y cursó varios másteres en distintos países. Empezó en el mundo laboral en el Centro de Alto Rendimiento (CAR) de Sant Cugat, donde trabajó 12 años y con varias disciplinas deportivas como el tenis o el golf. Desde el CAR de Sant Cugat se trasladó a la cantera del Barcelona de baloncesto. También trabajó en 2013 con el equipo español de natación sincronizada, donde realizó un plan físico a medida para las nadadoras, entre las que se encontraba Ona Carbonell.
Su empeño y conocimientos le permitieron llegar en 2015 a trabajar en la mejor liga de baloncesto del mundo: la NBA. En Estados Unidos ha trabajado con los San Antonio Spurs, equipo en el que ejerció durante cuatro temporadas como coordinadora del departamento de ciencias del deporte. Tras esta experiencia, se enroló con los Sixers de Filadelfia, donde la temporada pasada fue la directora del departamento de rendimiento.
«Cuando haces deporte sacrificas muchas cosas, pero no duele», ha admitido Lorena Torres después de asegurar que no cambiaría nada de su vida. En cuanto al futuro, no tiene «ni idea» de que le deparará. «Intentaré, como siempre, disfrutar al máximo y dar lo mejor de mí», ha zanjado.