Aída Miró y Melinda Balis son dos almas gemelas que se han encontrado ya en la madurez en una isla dedicada a una diosa, Tanit, que las ha subyugado y que protagoniza su visión personal del universo femenino en clave divina. Las dos artistas se conocieron este pasado verano y, tras confesarse su mutua pasión por Tanit, decidieron exponer juntas. El resultado se inaugura esta tarde en el Club Diario de Ibiza.

«Todas las mujeres tenemos varias diosas dentro». Balis, autodidacta, llegó al arte por amor y este pasado verano se cruzó con Aída Miró en una exposición de esta última sobre la diosa Tanit. Congeniaron enseguida y la deidad, una de las más importantes de la antigua Cartago, se encargó de unir sus destinos; las dos la adoran. Al menos artísticamente. Esta tarde inauguran una muestra a las 19 horas (abierta hasta el 22 de diciembre de lunes a viernes de 17 a 20 horas y los miércoles, de 11 a 13 horas) de lo que les inspira no sólo Tanit sino el resto de deidades femeninas y las mujeres en general. Porque desvelan que toda mujer es una diosa pero también varias a la vez.

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En el libro ‘Hombres de barro’, Inés Ventós Soler, autora y editora, explica que ha tratado de «plasmar en palabras el duro camino que hay en el arte y en el oficio de la cerámica, pero desde una visión familiar muy cercana, dando importancia no solo a los objetos en sí, sino al ambiente que los rodea». Para ello cuenta con el testimonio de cinco alfareros que, como narra en el primer capítulo de la obra, «iniciaron su trayectoria en un mundo preindustrial y teniendo como hábitat la Ibiza rural; todos ellos creadores de objetos o herramientas artesanas cuya creación fue desapareciendo ante la irrupción de la revolución industrial y el impulso de los procesos mecanizados». Sus nombres son: Joan Planells Riera ‘Daifa’, Antoni Tur Costa ‘Gabrielet’, Antoni Ribas Costa ‘Toniet’, Antoni Marí Ribas ‘Frígoles’ y Adrián Ribas Escandell, de Sa Teulera. En la presentación, que se celebra el martes 21 de noviembre a las 18 horas en el Club Diario de Ibiza, estarán estos dos últimos maestros junto a María José Marí, artesana ceramista e hija de ‘Frígoles’, además de Carolina Riera, colaboradora y asesora de redacción,

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«Te ha costado, pero lo has conseguido. Tú te has interesado por la alfarería. Mucha gente de Ibiza y Formentera no se preocupa por esto», felicita el ceramista Antoni Marí Frígoles a Inés Ventós, la autora del libro ‘Hombres de barro’. Ella contesta que el experimentado artesano «es el eje del libro» y que se documentó acerca del oficio, cuya tradición describe en la publicación, mientras lo veía trabajar en su estudio. «Era muy divertido ver a mi padre moverse de un lado a otro con Inés detrás tomando notas», ríe María José Marí, la hija de Frígoles y alfarera, antes de destacar que él es «muy generoso con la gente que pasa por su taller».

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Frígoles explica que la actividad ha cambiado mucho con el paso del tiempo mientras da vueltas a su bastón: «Ahora es un trabajo de señores porque el torno es eléctrico y el horno es de butano».

María José Marí matiza que, a pesar de ello, trabajan con sabañones en los dedos en invierno por el frío y la humedad. «Tenemos un color muy bonito de piel porque nos lavamos con agua con barro y nos secamos con toallas manchadas de barro.

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