El presidente de Prensa Ibérica, Javier Moll, con Helen Watson, Premio Diario de Ibiza a la Acción Social.
Sacar de una bolsa una cestita llena de lazos rosas. Es lo primero que hace Helen Watson, presidenta de Ibiza y Formentera Contra el Cáncer, al llegar al Club Diario de Ibiza, donde dentro de un rato recibirá el Premio Diario de Ibiza a la Acción Social. La acompañan tres voluntarias que, en un tris, se han puesto los polos rojos de la asociación. Cinco minutos después no queda apenas nadie en la sala de exposiciones que no luzca ya el lazo rosa, símbolo de la lucha contra el cáncer de mama. La escena explica por sí sola el empuje, la energía y la capacidad de convertir en realidad lo deseado de esta inglesa, premiada este año junto al olímpico Marc Tur (Personaje del Año) y la familia del Grupo Empresarial Paya (Iniciativa Empresarial).
La vicepresidenta del Consell de Formentera, Ana Juan, entrega la estatuilla a Carmen Escanellas (Grupo Paya), rodeada de sus hijos y sus nietos. JUAN A. RIERA
«Personas únicas», las definirá, dentro de un rato, la periodista Elena Gregori, presentadora de la gala, que a falta de unos minutos para que se cierren las puertas del auditorio, está concentrada en sus papeles. Fuera, el photocall es un hervidero. Saludos, felicitaciones, reencuentros, conversaciones, abrazos, encajes de manos… Los más de 150 invitados pasando, y posando. Entre ellos, los premiados, sus familias, las autoridades, los directivos de Prensa Ibérica y Diario de Ibiza y los representantes de los patrocinadores y colaboradores de la entrega de los premios: Facsa, los consells de Ibiza y de Formentera y los ayuntamientos de Santa Eulària, Sant Antoni, Sant Joan y Ibiza, a través de su Patronato de Música, y la Unión Deportiva Ibiza. También el flamante obispo de Ibiza y Formentera, Vicent Ribas Prats, en su primer acto tras ser nombrado, que recibe casi tantas felicitaciones como los protagonistas de la noche.
Marc Tur recoge el Premio Diario de Ibiza al Personaje del Año de manos del presidente del Consell de Ibiza, Vicent Marí. JUAN A. RIERA
La directora de Diario de Ibiza, Cristina Martín, destaca lo «especial» de una noche «en la senda de recuperar» aquella normalidad en la que «eran habituales los besos y los abrazos» y no era necesario «imaginar las sonrisas debajo de las mascarillas». Un discurso en el que recuerda el «año y medio de miedo, desesperación, incertidumbre y dolor», destaca la «forma módélica» en la que el sistema sanitario ha resistido la presión asistencial y anima a «aprovechar el frenazo impuesto por la pandemia» para «reflexionar sobre los límites de crecimiento» en las Pitiusas. Martín se dirige a cada uno de los premiados. Al atleta Marc Tur —«un cuarto puesto en los Juegos Olímpicos que para nosotros es una enorme medalla»—, a la familia que montó el Grupo Empresarial Paya —«supieron ver la transformación sin vuelta atrás que iba a representar el turismo»— y Helen Watson —«la mujer a la que numerosos profesionales sanitarios daban las gracias una y mil veces en un vídeo»—.
«Los premiados personifican los valores del sacrificio, el afán de superación y la profesionalidad», indica Javier Moll, presidente de Prensa Ibérica, en su discurso, en el que señala «los casi 130 años de pasión por el periodismo» de Diario de Ibiza y destaca el lanzamiento esta misma semana de El Periódico de España. Un proyecto que es una nueva parada en el «camino a la inversa» del grupo editorial, que, junto a Arantza Sarasola, vicepresidenta de Prensa Ibérica, ha apostado «siempre por la cercanía» y que, tras «llenar el territorio» con 25 diarios, pone en marcha ahora un rotativo nacional.
«No soy muy buena actriz», bromea Helen Watson tras recibir, de manos del presidente de Prensa Ibérica, su galardón, mientras se prepara las tarjetas de su discurso, que lee mientras su hija, Raquel, la graba, emocionada. «Este premio pone en valor el trabajo de 20 años», indica Watson, que destaca el tiempo que dedican los voluntarios y los socios. «Sin su solidaridad y amistad nada habría sido posible», comenta Watson, a la que algunos sanitarios definen como «hada madrina», por todo lo que ha conseguido para los enfermos de cáncer. «Hemos logrado mucho, pero nos queda mucho por hacer», concluye la presidenta de IFCC, que, emocionada, se olvida la pequeña escultura de bronce diseñada por Pedro Hormigo en el escenario.
La familia Costa-Escanellas, de Grupo Paya, sentadas en la primera fila del auditorio, se emociona al ver, en el vídeo de presentación, a su padre, Pepe, y su hermano, Isidoro, fallecidos el último año. Con el corazón aún encogido suben al escenario al completo: la madre, Carmen Escanellas; los hijos, Vicente, Pepe y Juanma, y los nietos, Joan y Carmen. La matriarca ríe al darse cuenta de que no puede con el peso del galardón, que le entrega la vicepresidenta del Consell de Formentera, Ana Juan, que esta tarde se convertirá en presidenta. A Juanma Costa, que habló en nombre de la familia, se le rompe la voz al recordar a su padre y a su hermano. Los aplausos del público le dan unos segundos para recuperarse. «Es un premio a una historia de arraigo, a una labor de décadas», indica antes de recordar la «disciplina y la iniciativa» que les inculcaron sus padres. «El camino no siempre ha sido fácil, pero ha habido tiempos divertidos», señala antes de rememorar cómo su padre se mezclaba con los albañiles o cuando iba a la Fonda Pepe a recuperar las motos que habían cogido «sin permiso» personajes que ahora son conocidos en todo el mundo, historias que despiertan las risas de los asistentes, los mismos que contemplan, ojipláticos, cómo Marc Tur, después de recibir el premio de manos del presidente del Consell de Ibiza, Vicent Marí, se saca del bolsillo del traje dos recortes de Diario de Ibiza con los que teje su discurso de agradecimiento. El olímpico ibicenco despliega el primero. Amarillento. De 2009. «Es la primera vez que hablaron de mí», señala leyendo el titular: «Marc Tur, bronce en el Prat de Llobregat». Y, entonces, el atleta despliega una segunda hoja. Del 15 de diciembre de 2011. «Es muy especial», comenta. Y es que es la primera entrevista en la que Tur confiesa su sueño de participar en los Juegos Olímpicos de 2020. «No había salido nunca de Ibiza, era un júnior de nada», comenta, contemplando la vieja página de Diario de Ibiza, el deportista, que dedica unas cariñosas palabras a su familia y a su entrenador, Mariano Riera: «Si él no me hubiera dicho que probara la marcha no habría pasado nada de esto». «¡A París 2024!», concluye.
El atleta es el más buscado en los jardines del diario, durante el cóctel, que se celebra después de que el Cor Ciutat d’Ibiza cierre la entrega de los Premios Diario de Ibiza con su interpretación de la popular ‘Cantares’, de Joan Manuel Serrat (la formación también ha inaugurado la noche con la tradicional ‘Bona nit, blanca roseta’). Muchos de los asistentes quieren una foto con él. Con el olímpico. Con el ibicenco que rozó la medalla de bronce. Con el personaje del año.