El artista menorquín Francesc Florit Nin (Ciutadella, 1960) reflexiona en ‘LligaMents’ sobre los vínculos entre la especie humana y la naturaleza, «cada vez más distanciados». La muestra, organizada por Fundació Baleària, abre sus puertas hoy a las 19 horas en el Club Diario de Ibiza y se podrá visitar hasta el 30 de abril de lunes a jueves de 11 a 13 horas y los viernes, de 18 a 20 horas.
Florit Nin durante el montaje de ‘LligaMents’ en el Club Diario. J. A. RIERA
¿Qué hay detrás de ese juego de palabras, ‘LligaMents’, que da título a la exposición?
El título de la exposición tiene un doble sentido. Por un lado, hago referencia a las ligaduras, a los vínculos y por otro, al cerebro, al órgano gestor de las personas. Mi intención es mostrar cómo se enlaza la mente con el cerebro y cómo se relaciona la persona con su entorno natural. La humanidad está sumergida en un proceso de descontextualización natural que nos está conduciendo hacia muchos desastres y problemáticas serias como el cambio climático. Por tanto, mi propuesta es ofrecer una imagen de reflexión sobre estos lazos entre naturaleza y especie humana.
En esta muestra el protagonismo lo tiene el rostro humano, un elemento recurrente en sus obras…
Desde hace unos doce años el rostro humano es un elemento central de mis trabajos. Me ha surgido así. Me parece una imagen muy potente. A lo largo de mi trayectoria he tratado muchos otros temas. Esta idea surgió en una etapa anterior a partir de un trabajo que hacía sobre tramas vegetales. Las hojas se convirtieron en ojos, en bocas y así fue surgiendo la cara humana. A partir de ahí fui desarrollando más este motivo hasta llegar a lo que presento ahora.
Se aprecia una evolución en la forma de retratar esos rostros, que siguen siendo realistas, pero ya no tanto.
Sí, ahora hago un tipo de imagen que es bastante más expresiva, en el sentido de que no es tan realista, tan dibujada, y es más gestual. Es un poco más abstracta, por decirlo de alguna manera.
Una de las obras que forma parte de la muestra de Francesc Florit. J. A. RIERA
También recurre en algunos cuadros de ‘LligaMents’ a elementos vegetales, además de a animales, como aves y mariposas.
Sí, son símbolos de la naturaleza.
¿Todas los trabajos de esta muestra son inéditos?
Sí. Son obras creadas entre 2020 y 2021 que no he mostrado hasta ahora.
¿Qué técnicas ha empleado para llevar a cabo estas obras?
He empleado grafito y pintura acrílica. Muchas de estas obras están pintadas sobre un papel japonés muy delgado que luego he puesto sobre tela o madera.
No parece que recurra mucho al pincel.
El pincel lo utilizo relativamente poco. Empleo más manos y esponjas y, sobre todo, el lápiz.
Apenas emplea colores vivos.
Sí. Empleo colores muy terrosos, muy neutros, muy opacos, aunque hay excepciones (muestra un cuadro con un trazo en rojo y otro con mariposas de color azul intenso). Me gustan mucho las obras que tienen un aspecto más dibujado y, por tanto, en mis trabajos predomina especialmente el blanco y el negro y los colores tierra.
Es profesor retirado de Lengua y Literatura catalana y, además de pintar, escribe.
Sí, siempre he estado muy interesado en la creación literaria. He publicado varios libros, sobre todo de poesía. Soy un alma escindida entre la literatura y las artes plásticas. Las dos cosas me gustan y han llenado mucho mi vida. Pinto todo aquello que no se puede decir con palabras. Son lenguajes diferentes y cada uno tiene sus medios y sus posibilidades expresivas.
¿Qué fue antes, la pintura o la poesía?
La pintura. Pinto desde que tenía ocho años. A los 17 participé en mi primera muestra colectiva.
¿Por qué se decantó por la Filología y no estudió Bellas Artes?
Estuve a punto de hacer Bellas Artes, pero provengo de una familia obrera, con recursos muy limitados, y opté, de una forma más pragmática, por una carrera que tuviera un futuro bastante más claro que el del artista porque, es triste, pero vivir del arte en este país es muy difícil. Hay muy poco consumo cultural y los creadores tienen complicado el poder desarrollar una carrera artística en España. Hay muy pocas ayudas y dificultades de mostrar obra en público. Suerte que tenemos la Fundació Baleària y salas como ésta.
Llama la atención el hecho de que no haya expuesto en muchas ocasiones en Ibiza (‘LligaMents’ es su segunda muestra individual en la isla) siendo de Balears y teniendo una larga trayectoria artística.
Estamos muy incomunicados entre las islas, por eso el proyecto de la Fundació Baleària es tan interesante e importante, porque promueve el intercambio de artistas entre islas y con Valencia. Eso da mucho juego.
Comentaba antes que las obras son de 2020 y 2021. ¿La pandemia y el confinamiento han sido de alguna manera fuente de inspiración?
Muchas de estas obras, en cierta manera, tienen que ver con un sentido de reclusión, de encierro. Así, que, efectivamente, el confinamiento y la pandemia han influido en estas obras. De hecho, el tema que centra esta muestra, el vínculo entre las personas y la naturaleza, está en la raíz del problema de la pandemia. En el fondo, lo que ha sucedido es una alteración del equilibrio natural, que ha afectado al sistema inmunológico de una especie y el problema es que estamos tan poco inmunizados con este equilibrio natural que cualquier alteración afecta muchísimo a la humanidad. De hecho, la especie humana es de las más vulnerables que hay en el planeta. Esta pandemia nos debería hacer reflexionar más. El objetivo del arte de alguna manera es éste, es hacer una reflexión sobre la condición humana.